Crianza y Apego

Por: Ana M. Parrilla Rodríguez, MD, MPH, FABM

La crianza de apego o responsiva es una filosofía basada en la práctica de métodos de apego o responsivos en la crianza de los niños, los cuales crean fuertes lazos emocionales, o vínculos seguros, entre el bebé y las madres y padres. Este estilo de crianza promueve la sensibilidad a las necesidades emocionales del bebé o del niño. El niño desarrolla confianza en las madres y padres, y en el que sus necesidades emocionales serán satisfechas. Como resultado, este apego y vínculo fuerte, permite que el niño desarrolle relaciones seguras, sensibles, no violentas y duraderas.

La crianza de apego no es un nuevo estilo de criar a los niños, sino una manera muy antigua de criar a los niños que está basada en las formas en que las culturas tradicionales atienden las necesidades de éstos, dejándose llevar primeramente, por sus instintos. Esta crianza de apego propicia el desarrollo del cerebro del infante convirtiéndolos en niños más listos, propicia además el que los infantes y los niños sean más saludables, crezcan mejor, y se comporten mejor. Promueve, además, la empatía y la intimidad y logra que los niños y sus madres y padres se relacionen mejor.

Hace unos 20 años atrás el Dr. William Sears, pediatra y escritor norteamericano, bautizó la crianza responsiva como crianza de apego. La crianza de apego, según la organización "Attachment Parenting International" (API, por sus siglas en inglés), tiene 8 componentes básicos, que describiremos en los siguientes párrafos.

Prepararse para el parto

La conexión temprana con el bebé comienza con la preparación prenatal y una participación activa y alerta en el parto. Se deben tomar decisiones bien informadas sobre la clase de parto que se quiere tener para ayudar a crear una experiencia positiva para la madre y el bebé. Es importante asistir a unas buenas clases de educación prenatal que brinden a la madre y al padre o a la pareja los conocimientos necesarios para entender las opciones que tengan y los ayuden a apoderarse para la toma de decisiones informadas. Las horas y los días después del parto son periodos muy sensibles en donde las madres primordialmente, están únicamente, al cuidado de sus recién nacidos, y los recién nacidos demuestran su poder especial a las personas que los cuidan atentamente.

Responder sensiblemente al bebé

La comprensión de las necesidades emocionales del bebé, y el responder con prontitud a estas necesidades, constituyen la piedra angular de la crianza de apego. Se debe recordar que el llanto del bebé es la forma que éste tiene de decirle a sus madres y padres que está angustiado. Construir un apego o conexión fuerte con el bebé es mucho más que sólo estar pendiente de sus necesidades físicas, también envuelve pasar un tiempo agradable interactuando con el bebé o el niño diariamente. Las madres y los padres no deben sentir miedo de enamorarse de su bebé. Las razones más comunes por las cuales los niños lloran incluyen: hambre, cansancio, malestar, aburrimiento y soledad.

Amamantar

Como decimos frecuentemente, "la lactancia materna es mucho más que la mejor nutrición para el infante; la crianza de apego comienza con el amamantamiento". El amamantamiento permite una cercanía única entre la mamá y el bebé. Aunque los expertos aseguran que se puede lograr una crianza de apego alimentando a un niño con biberón, recomiendan que para lograrlo se debe: sostener al niño en brazos cuando se alimenta, hacer contacto directo a los ojos, cambiar de un lado a otro de posición y hablar amorosamente, al bebé mientras se le da el biberón. Todos estos elementos están presentes naturalmente, en la crianza al pecho, además de los beneficios inmunológicos, a la salud, psicológicos y sociales, los cuales no se pueden lograr con la alimentación artificial.

"Llevar puesto" al bebé o vestirse con el bebé

El "llevar puesto" al bebé, sosteniéndolo en los brazos o usando cargadores suaves, satisface sus necesidad de tener contacto físico, de sentirse seguro, de recibir estimulación y de estar en movimiento. Todo esto promueve el desarrollo óptimo del cerebro. Además, de promover el vínculo estrecho con las madres y los padres, el bebé llora menos y regula mejor su temperatura y su ritmo cardiaco.

Compartir el sueño

Es importante ser sensibles a las necesidades nocturnas del bebé. El bebé debe estar siempre muy cerca de la madre. Para compartir la cama con el bebé o hacer colecho sin peligro, como hemos mencionado anteriormente, se debe usar un colchón firme sin ropa de cama que pueda sofocar al bebé. Las madres y los padres no deberían usar drogas, ni alcohol, ni fumar cerca del bebé. El colecho permite un mejor sueño para todos, el desarrollo de un vínculo madres, los padres padres y con el bebé, un menor riesgo de síndrome de muerte súbita, y facilita en las noches amamantamiento.

Evitar las separaciones prolongadas o frecuentes

Los bebés necesitan intensamente, de la presencia física de uno de los padres, que responda a sus señales con prontitud y sensibilidad. Las separaciones prolongadas o frecuentes pueden interferir con el desarrollo de un apego seguro con el padre o la madre y tener efectos en el desarrollo psicológico y emocional a largo plazo. Las separaciones prolongadas pueden causar que el bebé pase por las etapas de luto y puede afectar el apego con los padres. Si las separaciones son inevitables, es importantísimo que el niño tenga alguien que esté disponible la mayoría del tiempo y que responda con paciencia y ternura. Se debe evitar estar cambiando constantemente, de cuidador ya que la consistencia en el cuidado es crítica. Cuando las madres y los padres se reúnen con el niño se deben sumergir en amor, atención y afecto hacia él. Esto ayuda a que el niño se sienta reconectado y fortalecerá la relación.

Usar una disciplina positiva

Es importante fijar límites para los niños y niñas a medida que van creciendo. Los métodos positivos y no violentos de disciplina, junto con una guía o dirección amorosa, promueven el desarrollo del autocontrol y sensibilidad hacia los demás.

Mantener el equilibrio en la vida familiar

El equilibrio es la clave para evitar que los padres se agoten, y esto se puede lograr cuidándose a uno mismo a través del ejercicio, ratos de silencio y tranquilidad, y una dieta saludable. Las necesidades de un bebé son intensas e inmediatas, pero se puede lograr un equilibrio en la satisfacción de las necesidades del bebé, como también de los otros miembros de la familia. Sea un padre o madre solteros, casados con varios niños o con uno sólo, es importante recordar que encontrar un balance es la clave para una vida familiar saludable. Es importante que las madres y los padres no se aíslen y busquen apoyo de los sistemas de apoyo dentro de su familia y las comunidades. Esto se puede lograr creando una familia extendida tales como amigos que piensen similar a ellos, y asistir a grupos de apoyo en donde padres con más experiencia sirvan de mentores de los nuevos padres. Hay que ser creativo para encontrar la manera de pasar algún tiempo con la pareja sin comprometer las necesidades del bebe. Una velada romántica en la sala de la casa con velas (y una botellita de vino…) es divertido y ayuda a que las parejas se reconecten. Se debe tener una amiga, un familiar o una ayuda para la mamá (una adolescente de confianza) que el bebé conozca y que venga a entretener al bebé mientras los padres pasan algún momento tranquilos juntos en otro lugar de la casa. Si van a salir se pueden llevar con ellos a esa persona para que le ayude con el bebé. El bebé se sentirá confortable porque sus padres están cerca. Es importante que las madres y los padres se den cuenta que en los primeros años de su bebé, las necesidades de éste son intensas pero que esto pasa rápidamente. Cuando es difícil que las madres y los padres encuentren el apoyo que necesitan, el consejo de un profesional conocedor de la crianza de apego, puede ser beneficioso para ayudar a las familias a recobrar el balance y para enlazarlos a otros servicios y recursos en la comunidad.

Es importante mencionar que la crianza de apego no es una indulgente, ni permisiva, no está centrada exclusivamente, en el niño, no es rígida ni dura, no crea niños dependientes, no malcría, no martiriza la maternidad y no es exclusiva para las madres. La crianza de apego se trata de responder apropiadamente, al bebé, malcriarlo (criarlo mal) es el resultado de responder inapropiadamente, a éste. También trata de lograr conectarse con el bebé, no de cumplir con todos sus componentes.
Las madres y los padres tienen que tener mucho cuidado con los "entrenadores de bebés", los que dan muchos consejos bien intencionados tales como "déjalo llorar", "tienes que establecerle un horario" y "no lo cojas mucho porque lo vas a engreír". Este estilo restringido de cuidar al bebé está basado en presunciones equivocadas de que los bebés lloran para manipular, no para comunicarse, y que el llanto de un bebé es un hábito inconveniente que debemos romper para ayudar al bebé a que se ajuste convenientemente, al ambiente del adulto. El adiestrar a un bebé, especialmente, si se lleva a un extremo, puede ser una situación que nos lleve a la pérdida del bebé en la confianza del valor de sus señales y a la pérdida de los padres en la confianza de su habilidad para leer y responder a las señales del bebé. Muchos de los padres dudan de sus instintos y capacidad para criar a su bebé y confían demasiado en los consejos de los profesionales de la salud y la conducta. La verdad es que la mayoría de los profesionales que trabajan en la puericultura (crianza y cuidado de los niños durante los primeros años de la infancia) y en las ciencias de la conducta, carecen del adiestramiento básico sobre la importancia de la crianza de apego, desconocen la evidencia científica que la apoya y basan sus recomendaciones en su propia ignorancia, en su experiencia, y en sus prejuicios.

Frecuentemente, las madres y los padres se dejan llevar por las guías ofrecidas por estos "entrenadores profesionales de bebés" porque piensan que es lo correcto y que funciona. Realmente, lo que sucede es que el adiestramiento del bebé está centrado en satisfacer las necesidades de las madres y los padres, no las del bebé. Además, estos métodos se venden prometiendo y asegurando un bebé "bueno y fácil", que se ajusta a las falsas expectativas de la mayoría de las madres y los padres. Estos "entrenadores expertos" utilizan las revistas y los periódicos que las madres y los padres leen frecuentemente, y que muchas veces están cargadas de información viciada, prejuiciada e incorrecta, como lo son la revista "Ser padres" y su versión en inglés "Parents". Debemos educar a las madres y los padres para que se cuestionen TODO lo que leen de revistas y periódicos y que busquen otras opiniones antes de tomar alguna decisión sobre la crianza de sus hijos.

Ana M. Parrilla Rodríguez, MD, MPH, FABM

Referencias:
  1. Granju KA, Kennedy B. The attachment parenting: Instinctive care for your baby and young child. New York: Anchor Books. 1999.
  2. Nicholson, B., & Parker, L. (2009). Attached at the Heart: 8 Proven Parenting Principles for Raising Connected and Compassionate Children. Bloomington, NY: iUniverse Star.
  3. Sears W, Sears M. The attachment parenting book: A commonsense guide to understanding and nurturing your baby. New York: Little, Brown and Company. 2001 .
  4. Small MF. Kids: how biology and culture shape the way we raise young children. New York: Anchor Books. 2001.Small MF. Our babies, ourselves: how biology and culture shape the way we parent. New York: Anchor Books. 1998.